domingo, 29 de julio de 2012

La burguesía vive en las calles.

Autora: Susana Molina R.

Trabajo Final de introducción al periodismo 

 La burguesía vive en las calles.



Los habitantes de la calle se presentan ante nuestros ojos con toda la crudeza, con un  modo de vida que nos recuerda la fragilidad de la condición humana, Expresada en la enfermedad, la falta de aseo, la soledad, la locura, el auto cuidado físico y emocional, la agresión, la ausencia de recursos Económicos.

-¿Ya viste esta ciudad, mira cuantos puentes? (Mostrándome una revista).
(Extrañada lo miro directo a sus ojos, me impresiona la fotografía. Pero más me impresiona el sujeto)
 - No jamás la había visto, Es muy  hermosa, uno, dos, tres, cuatro, cinco puentes ¿Dónde queda?
-Al sur de Francia, mírales sus barcos.
- El agua está totalmente pura, si nosotros aquí en Medellín fuéramos así.
- la cuidad se llama Lyon,  tienen una total riqueza cultural. En dos años cuando yo viaje a Francia iré principalmente allí, pero solo me quedare dos semanas como mucho. Tu sabes uno tan viejo se aburre  y ya no les gustan esas cosas, eso es para la gente joven  como tú. ¿Cuándo   vas a ir?
-Algún día amigo
-Me alegra mucho, cuando vayas allá  no se te olvide visitar los grupos de Opera, son espectáculos que tu nunca vas a ver aquí en Colombia, verdaderos espectáculos.
“El intelecto, como medio de asegurar la supervivencia del individuo, donde desarrolla sus principales fuerzas es en el fingimiento; pues éste es el medio por el cual sobreviven los individuos débiles,  a los que está vedado  luchar por su existencia”
-Y a todas estas, ¿cómo te llamas?
- Diego


Abril 28 del 2012, 1:00 pm de la tarde:


El día era estresante, las personas pasaban de un  lado a otro, algo apuradas, molestas. Estaba totalmente disgustada por no haber conseguido un libro y sin fijarme en nada más que unas nubes opacas y grises, decidí en comprarme un helado o algo de comer. Mientras que caminaba distraída me tropiezo con un amigo,  el organizaba unos libros y yo en medio del calor y de la cantidad de personas que había me senté al lado, justo en la cera en toda la mitad del camino de la playa. Notando todo su cuerpo, su aspecto es lastimosamente descuidado, el pelo largo sucio con muchas canas, su cara sucia, sus dientes caídos están totalmente negros, su barba muy descuidad pero con un hermosa sonrisa. Estaba hermosamente vestido de cachaco, elegantísimo como si ese día le fuera a pasar algo muy especial. Inmediatamente le pregunto que porque estaba vestido de cachaco, con una sonrisa grande me responde “hoy es el día”. En ese instante comenzamos a conocernos mejor. Conocí que le gusta mucho la clase burguesa,  expresándose como toda una persona que ha estudiado toda la vida, menciona amigos, familiares y conocidos con unos apellidos muy distinguidos. Las experiencias que ha vivido han sido como tomadas de libros, bueno son demasiado emocionante, al parecer  le gustaría vivir en todas partes menos aquí en Medellín,  sonríe siempre que menciona la palabra Bogotá. Me enseño de escritores, me recomendó libros de literatura que solo los que saben la recomienda, sabe de música, política, religión, arte, teatro  y viceversa. Los demás habitantes de la calle lo tratan como un patrón, le traen el almuerzo y lo saludan con mucha cortesía. Las personas comunes lo saludan, sus clientes habituales le dan picos y abrazos.

Fui imprudente en haber pensado mal de él, nunca le quise comprarle un libro, nunca tuve la intriga de conocerlo, solo el saludo y nada más. “Diego afirma que La filosofía es tan demorada, como los placeres mismos de la vida” eso mismo pienso yo de él, están misterioso que para conocerlo mejor, necesitarías más de diez años.

“El es  habitante de la calle más burgués que jamás puedes conocer”

Diego Arango Nacido en Antioquia,  es conocido  como “el rolo” se encuentra ubicado casi todos los días por avenida oriental con la playa Medellín. Vendedor de libros y habitante de la calle, tienen unos gladios en el tobillo derecho, su hogar queda más exactamente por el  Teatro Pablo tabón, duerme todas noches con unas cajas de cartón, con una cobija gastada y su piel roja sin filtro que nunca le hace falta. A los 14 años de edad entra a la Universidad de Antioquia a estudiar Música, desempeñándose como uno de los mejores de toda su facultad, se cambia de carera y estudia filosofía termina en Bogotá estudiando Arquitectura. Su vida la ha transcurrido al lado de sus amigos fieles “Los libros”. La historia de porque está en la calle es un misterio para todos hasta para él.
No quiero ser la única que sienta deseo por conocer más sobre las historias de los habitantes de la calle, no por estar habitando allí, si no, por conocer sus experiencias, ellos crean verdaderas historia sacadas de cuentos. Debemos escucharlos. Ellos tienen infinidad de cosas que aportar a la sociedad y más aun cuando te encuentras personas tan curiosas, inteligentes y que viven una vida tan diferente a la nuestra.


“Diego no quiere dar lastima él quiere ir a Francia”.